Confusión por liceos Bicentenario
Pensar que todos los establecimientos públicos deban seguir un único modelo resulta de una miopía insólita.
Con todo, como quedó claro con el paso de las horas, el compromiso de apoyo también tiene matices. Los liceos como tales seguirán existiendo, pero se les retirarán los fondos que se han aportado a su desarrollo vía convenios, en la medida en que estos vayan concluyendo, y no se crearán otros planteles de estas características. Hay que recordar que son 320 los liceos incluidos en este programa, los que cubren a aproximadamente 250 mil estudiantes en 213 comunas. Representan a poco más del 16 por ciento de la matrícula de educación media. La gran mayoría (185) son técnico-profesionales. Hay también 8 liceos artísticos. El programa considera una inversión relativamente baja que incluye, entre otros aspectos, capacitación en nuevos métodos pedagógicos, definición de nuevos procesos al interior de los establecimientos, orientación a los resultados y creación de altas expectativas al interior de las comunidades escolares.
Los montos anuales no han superado el 0,019 por ciento del presupuesto total de educación y el 2,1 por ciento del presupuesto operativo de la Subsecretaría, y aun así los logros son muy satisfactorios. En 12 de las 16 regiones del país, los planteles Bicentenario fueron los de mayor puntaje entre los establecimientos públicos en la Prueba de Transición para el ingreso a la educación superior 2021. De los 50 liceos públicos que obtuvieron los mayores puntajes en esa prueba, la mitad es Bicentenario. Más importante aún que estos indicadores es el hecho de que numerosas familias y las distintas comunidades educativas que albergan a estos liceos se han reencantado con la educación pública y han adherido a estos proyectos con un alto grado de compromiso.
El argumento que al final pesa en la decisión de las actuales autoridades educacionales es su afirmación de que el Estado debe dirigir sus políticas a todos los planteles públicos, como si esa definición prohibiera experimentar con distintas iniciativas para probar alternativas que pueden mejorar la calidad de la educación. La realidad es que el Estado ha demostrado poca capacidad para elevar los desempeños de los planteles estatales. En el actual gobierno, más allá de declaraciones altisonantes, las ideas para fortalecer esta educación brillan por su ausencia. Al mismo tiempo, el país está inserto en una crisis profunda de aprendizajes y de sentido de la educación pública, como muestra la realidad de los así llamados liceos emblemáticos. En ninguna de estas dimensiones hay una estrategia robusta y precisa. En este escenario, se vuelve aún más incomprensible quitarle respaldo a una experiencia que ha probado un grado importante de efectividad con una baja inversión y que puede generar un efecto magnético para otras comunidades educativas en el país.
Por cierto, la estrategia de los liceos Bicentenario puede no ser la más adecuada para todos los planteles. A la autoridad educacional le corresponde justamente promover las iniciativas que sean más apropiadas para las distintas circunstancias, pero pensar que todos los establecimientos públicos, como sugiere la autoridad educacional, deban seguir un único modelo resulta de una miopía insólita. Así, mientras las buenas experiencias públicas se diluyen, como ya ha ocurrido con los liceos emblemáticos, nada bueno se provee en su reemplazo. La idea de que se puede construir algo mejor partiendo siempre de cero no funciona en ninguna experiencia desarrollada por la humanidad. La educación no es la excepción.
Mineduc por Liceos Bicentenario: “Vamos a entrar en un proceso de evaluación”
El ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, afirmó que el programa de Liceos Bicentenario entrará en una etapa de evaluación tras la polémica que se generó tras el anuncio de su presupuesto.
Sectores de la oposición, han cuestionado que los fondos asignados para estos colegios se reduzcan.
Fue en conversación con Tele13 Radio, donde Ávila recalcó que “el Programa de Liceos Bicentenario no se termina, es un programa que se inicia hace más de 10 años (…) Cada uno de estos establecimientos lo que hace es que firma un convenio con el Ministerio de Educación y el ministerio se compromete a entregar un apoyo económico para infraestructura y para mejora educativa y esos recursos adicionales están comprometidos hasta el año 2023″.
“Hay Liceos Bicentenario que ya no reciben ese recurso adicional y han seguido funcionando de manera perfecta, generando las redes entre Liceos Bicentenario, recibiendo apoyo específico del Ministerio de Educación, con acceso a una plataforma con recursos pedagógicos”, agregó.
Asimismo, el titular del Mineduc afirmó que seguirán “manteniendo el sello Bicentenario, es decir, siguen siendo liceos destacados (…) Los programas de mejora en algún minuto se retiran, esto es parte de los ciclos de mejoramiento y lo que debería quedar -y que nosotros estamos ciertos de que eso va a suceder- es que quedan capacidades instaladas en las comunidades para seguir ejerciendo”.
Evaluación del programa
Con respecto al programa de Liceos Bicentenario, Ávila contó que no hay nuevas convocatorias desde el año 2020. “Vamos a entrar en un proceso bien interesante de evaluación del programa“, aseveró el ministro.
“Le pedí al centro de estudios, el Ministerio de Educación tiene un centro de estudios con recursos asociados para investigación, voy a pedir una investigación exhaustiva respecto de mejoramiento escolar de estos liceos porque lo que me interesaría a mi para el año 2024 es poder volver a abrir nuevas convocatorias. Yo no sé si llamarlos Liceos Bicentenarios, pero nuevas convocatorias de programas de apoyo a la educación media”; detalló.
Junto con eso, Ávila indicó que “cuando salimos de la dictadura y entramos en la democracia todavía teníamos una baja cobertura en educación media, se alcanza durante la época de la democracia y cuando usted en el fondo tiene a toda la sociedad, a propósito de los sistemas educativos de masa, usted tiene que finalmente ir generando condiciones para cierto nivel de igualdad entre los establecimientos educacionales”.
“Muchos de estos liceos, emblemáticos, liceos bicentenarios y también las escuelas subvencionadas, que tenían sistemas de selección, han tenido que ir preparándose. ¿Qué exige eso? Mayor apoyo del Estado para que el profesorado tenga mucho mejor preparación“, señaló.
En ese sentido, Ávila afirmó que “los sistemas educativos de masa son un tremendo desafío y por eso que las soluciones no pueden seguir siendo, a veces, estos modelos que elitizan, sino más bien prácticas que sean particulares de cada establecimiento con mucho apoyo del Estado, pero con una visión amplia de inclusión para todas y todos”.
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