Marcelo Soto, Ex-Ante, Agosto 26, 2022
José Joaquín Brunner, académico de la UDP, ex ministro, ha sido crítico del trabajo de la Convención, aunque dice que todavía no decide su voto para el plebiscito del 4 de septiembre. Pero es enfático en cuestionar la superioridad moral de uno u otro bando. “Algunos se sienten poseedores de una verdad y creen estar en la línea de vanguardia de la historia”, sostiene.
-Firmaste una carta con un grupo de personas de la ex Concertación contra la intolerancia que habita en parte de la izquierda, a propósito del debate constitucional. ¿Son signos de dogmatismo, de no aceptación del disenso?
-La intolerancia frente a los discursos disidentes o meramente discrepantes es un fenómeno que se extiende a todo el espectro político y se encuentra en tradiciones nacionalistas, populistas, fascistas, autoritarias y revolucionarias. Otras veces tiene raíces religiosas. Es un signo, habitualmente, de grupos que se sienten poseedores de una verdad y creen estar en la línea de vanguardia de la historia y tener una superioridad moral, de clase, de raza o de ideología.
-¿Tú has sufrido agresión en las redes sociales, te has sentido cancelado? Hace unos años un grupo de estudiantes te encaró…
-Las redes sociales han servido para dar un cauce a la intolerancia, a descalificaciones, funas virtuales, bullying, cancelaciones. Yo mismo he experimentado asaltos de esa naturaleza. Son frustrantes porque no permiten deliberar ni manifiestan mucha inteligencia tampoco.
-A propósito de los discursos radicales, la detención de Héctor Llaitul, ¿pone a prueba a una parte de la izquierda que ve su figura con una cuota de romanticismo?
-En realidad, esta detención, en el marco de una pesquisa judicial y hecha con acuerdo a derecho, no debiera ser cuestionada y solo cabe atender a su curso normal. Las izquierdas en democracia no pueden vacilar frente a hechos de violencia ni justificarlos por el contexto, como hizo hace poco la derecha cuando “explicó” las violaciones de derechos humanos bajo la dictadura.
-De hecho, convencionales como Atria, Bassa, Barraza, pidieron indultar a los “presos políticos mapuche” y retirar las querellas por Ley de Seguridad del Estado, que se usó para la detención de Llaitul. ¿Qué te parece esa propuesta?
-Es un error, creo yo, dar un tratamiento especial a la violencia que se declara como políticamente motivada. O que usa justificaciones religiosas, étnicas o ideológicas. Al final, por ese camino, se invita e incita a responder con violencia a la violencia. Lo esencial es mantener el monopolio de la fuerza física en manos del Estado y su ejercicio dentro del orden legal.
-Quedan poco más de 10 días para el plebiscito. ¿Ya decidiste tu voto?
-Las dos opciones están todavía en proceso de afinarse. Y ninguna de las dos me resulta atractiva ni satisfactoria. De modo que decidiré mi voto en el momento que corresponde. Por ahora, me parece que lo importante es la deliberación pública y preparar el terreno para el día siguiente del plebiscito. Cualquiera sea el resultado, el proceso constitucional deberá seguir adelante. Y requerirá el liderazgo del Presidente, la participación de todas las fuerzas políticas, una estrecha colaboración entre el Gobierno y el Congreso y la disposición a crear una carta fundamental que de cabida al conjunto de la sociedad.
-El Presidente Boric dijo que si gana el Rechazo debe elegirse una nueva Convención y partir desde cero, con un plazo total de un año y medio. ¿Cuál crees que sería la mejor fórmula para no repetir las falencias del anterior proceso? ¿Debe haber escaños reservados e independientes?
-Si gana el Rechazo, lo primero es explicitar el acuerdo para seguir adelante con el proceso que conduzca a una nueva Constitución. No puede haber vuelta atrás. Cómo proceder es algo que deberán acordar las fuerzas políticas en el Congreso, conjuntamente con el Gobierno. Seguramente será necesario tener una Convención con miembros elegidos, con reglas claras, con paridad y escaños reservados en proporción al cuerpo electoral y con expresiones diversas de la sociedad civil en las listas partidarias o de coaliciones. Todo eso habrá de ser objeto de acuerdos previos, así como la forma de aprovechar las experiencias acumuladas.
-¿Boric debería liderar este proceso? ¿Qué papel debe jugar el Congreso y los expertos?
-El proceso deberá tener dos pilares—Gobierno y Congreso— y un rol especialmente activo del Presidente, y asegurar que todas las partes interesadas, entre ellas los expertos constitucionales, tengan cauces para expresarse y participar en la deliberación pública. Pero son los poderes públicos los que deben garantizar un proceso efectivo y resultados que puedan ser compartidos por una amplia mayoría.
-Aunque las encuestas favorecen al Rechazo, ¿ves posible un triunfo del Apruebo? ¿Temes que haya un escenario crispado el 5 de septiembre?
-En efecto, el resultado no se puede anticipar y cualquiera de ambas opciones puede ganar. Lo que se requiere es que unos y otros se dispongan de inmediato a buscar acuerdos para avanzar en el proceso y enmendar el texto o construir uno alternativo.
-¿Cuál sería el mejor escenario para ti?
-Para mí, el mejor escenario sería aquel que, cualquiera haya sido el resultado, haga posible en las próximas semanas construir y encauzar un proceso con base a amplios acuerdos. Y eso dependerá, al final, de que en la sociedad haya una amplia corriente que reclame y apoye esos acuerdos.
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