Para el profesor titular de la Universidad Diego Portales e investigador de la sociología de la educación José Joaquín Brunner, existen tres efectos en el ámbito social que se podrán vislumbrar a raíz de la pandemia.

“A largo plazo, a nivel mundial una primera posible reacción es la del panóptico. Es decir, la supervisión y la vigilancia puestas como una forma más de gobierno de las sociedades. Se puede ver en el temor de la gente a las discrepancias, en esta intolerancia que se ha ido instalando“, dice en Desde El Jardín, de Radio PAUTA.

“Lo otro que me parece interesante en el debate internacional es el papel de las ciencias por un lado secular. Y, por otro lado, está el rol de las humanidades en su mejor expresión, que no solo buscan explicaciones en las estadísticas, sino que amplían la mirada a la historia, la literatura, la filosofía”.

En este escenario, también se instala un ambiente donde la política se basa en los resultados de la ciencia, “cuando estos sobre todo en materia sanitaria han demostrado ser extremadamente volátiles. Y esto lleva a una tercera tendencia, que es la supresión de la política como un espacio plural de confrontación y de deliberación de argumentos. Ella pasaría a se sustituida a una administración, donde las personas son tratadas como cosas”, advierte.

Brunner cree que la izquierda actual en el mundo a ratos demuestra la experiencia de la izquierda del siglo XX, donde se despierta una especie de neopopulismo.

“Son masas que ya no son constituidas como clase social al amparo de un partido de vanguardia, sino que se trata de masas puestas en las calles en rebeldía completa, avanzando anárquicamente contra el orden burgués y democrático, que piensan que podrían llegar a fundar una sociedad mejor que la que hemos conocido. Me parece una grave desviación del pensamiento de izquierda”, expresa.