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En medio de una crisis del aprendizaje, los Parlamentos deben asegurar los recursos para la educación
En el mundo hay 670 millones de analfabetos pese a que la educación es fundamental para poder prosperar social y económicamente. Los Parlamentos de todo el mundo representan un papel clave para garantizar que se asignan los recursos financieros adecuados en esta materia en todos los presupuestos nacionales.
En su discurso ante la reunión anual de la Unión Interparlamentaria en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, el presidente de la Asamblea Generaldijo que la educación es una de sus prioridades y alentó a los parlamentarios a que aseguren el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible número 4 de la Agenda 2030, dedicado a la educación.
Tijjani Muhammad-Bande subrayó que para brindar a los jóvenes “el mejor comienzo posible en la vida”, ese Objetivo debe financiarse adecuadamente.
Por su parte, la mexicana Gabriela Cuevas Barrón, presidenta de la Unión Interparlamentaria, habló de la existencia de una “crisis del aprendizaje” global.
En la actualidad, uno de cada cuatro países no asigna el 4% de su producto interno bruto (PIB) ni destina el 15% de la inversión pública a la educación. Ambos umbrales son los mínimos que recoge la meta número 4 para su cumplimiento.
“Si queremos abordar la crisis de aprendizaje y que los estudiantes alcancen los niveles mínimos de alfabetización y competencia básica en matemáticas a nivel mundial, debemos invertir en nuestra gente, en particular en nuestra juventud“, subrayó Muhammad-Bande.
Igualdad de oportunidades educativas
También sostuvo que para aprender, los estudiantes requieren un entorno seguro, libre de intimidación, instalaciones sanitarias, agua potable, electricidad y conectividad a internet.
“Por lo tanto, está claro que solo podemos avanzar en el Objetivo número si lo enfocamos como un área transversal que abarca múltiples carteras gubernamentales”, afirmó antes de añadir que “un plan de estudios sólido, enseñado por maestros bien entrenados, es esencial para garantizar un alto nivel de aprendizaje que satisfaga las necesidades de los estudiantes, de hecho, las necesidades de la sociedad”.
También enfatizó que cada estudiante debe tener las mismas oportunidadespara estudiar todas las materias, especialmente las niñas en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas.
Al señalar que solo el 35% de los estudiantes en esas materias son mujeres, destacó la necesidad de “alentar a las mejores y más brillantes niñas y a los mejores y más brillantes niños a seguir sus carreras” en estos campos “si queremos tener éxito en la construcción de un mundo resiliente y climáticamente inteligente”.
Educación para la juventud más vulnerable
Muhammad-Bande comentó entonces que para los niños atrapados en un conflicto, la escuela brinda estabilidad y esperanza de un futuro más brillante. Con cada año de educación, se reduce el riesgo de la participación de los jóvenes en el conflicto en un 20%. Además, los graduados de educación secundaria exhiben más tolerancia hacia las personas de diferente raza, religión y estatus migratorio que sus pares de educación primaria.
“Debemos proporcionar a los jóvenes las herramientas que necesitan para convertirse en constructores de la paz. No hacerlo, sería fallar una generación”, añadió.
Por todo ello, llamó a los parlamentarios a garantizar la financiación y cumplimiento del Objetivo número 4 diciendo que “no hay una razón justificable para que 265 millones de niños no vayan a la escuela en este mismo momento”.
“Si no invertimos en nuestra gente, especialmente en nuestra juventud, fallaremos en el mandato principal de las Naciones Unidas, que es mantener la paz y la seguridad para todos“, concluyó el presidente de la Asamblea General.
Una crisis de aprendizaje global
Por su lado, Cuevas Barrón detalló una serie de desafíos por los que atraviesa la educación, destacando que estadísticamente 670 millones de adultos son analfabetos; que 258 millones de niños no estarán escolarizados en 2030; que en la actualidad se necesitan 69 millones de docentes en todo el mundo; y que se requieren 39.000 millones de dólares a nivel mundial para construir escuelas y mejorar capacidades
Reconociendo que la desigualdad prevalece hoy en día, la presidenta de la Unión Interparlamentaria citó la educación como “un elemento clave” para alcanzar un planeta más inclusivo e igualitario.
Sostuvo que si los niños reciben una educación de calidad, cerca de sus hogares con la infraestructura adecuada, estarán mejor preparados para una vida más próspera.
“El verdadero problema de la desigualdad no es que solo sea la lucha de la mujer”, señaló, antes de afirmar: “Es que es una lucha de todos”.
“Necesitamos entender que un verdadero cambio cultural solo va a suceder cuando logremos la educación de las niñas y niños, e incluyamos a los hombres en la creación de un planeta más inclusivo”, explicó.
Cuevas Barrón continuó diciendo que: “Los gobiernos negocian y firman acuerdos internacionales (…) pero para una implementación real, se necesita traducirlos a la legislación nacional y a los presupuestos“.
Para terminar, destacó que la UIP puede ser “un puente importante entre los compromisos internacionales y las realidades locales”.
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