por CAMILA ROJAS, PRESIDENTA FECH Y DIEGO LÓPEZ, CANDIDATO A LA PRESIDENCIA FECH. MILITANTES IZQUIERDA AUTÓNOMA 13 octubre 2016
Señor Director:
Se acerca el período de elecciones FECH y la competencia toma protagonismo entre las fuerzas políticas estudiantiles. Aprovechando este contexto, y con el ánimo de contribuir al debate de fondo, quisiéramos aportar un breve balance sobre el rol del movimiento estudiantil en estos años y lo que se juega en estas elecciones de federación.
Este año 2016 hemos podido constatar dos aspectos que nos parecen fundamentales de ponderar en el análisis: por un lado, que el estallido de movilizaciones y el malestar social en el seno de la educación de mercado persiste e incluso aumenta; y por otro, la incapacidad del gobierno de ofrecer una solución democrática y transformadora a este conflicto. A esto debemos agregarle una autocrítica, que dice relación con el agotamiento de la estrategia de movilización que apuesta por la crítica, pero que se queda corta para proponer soluciones a las demandas históricas de los estudiantes.
El escenario que se perfila para el 2017 requerirá de una disposición mayor de nuestra parte, el estudiantado, hacia el debate político. Está en juego si finalmente la Reforma a la Educación Superior es un puntapié inicial para inaugurar un proceso de cambios estructurales en educación, o si reafirma el conservadurismo neoliberal que ha caracterizado a la política pública de las últimas décadas. Una conducción oficialista en la FECH puede facilitar un acuerdo de la vieja política en torno a este conflicto, quedando los estudiantes nuevamente fuera de juego. Por su parte, una conducción que sólo se quede en la crítica, posibilita el mismo acuerdo, pero por omisión.
Las tareas futuras exigen reconocer el enorme potencial del movimiento estudiantil, pero también lo estéril que resulta esta fuerza si no renovamos nuestra estrategia. Como Izquierda Autónoma consideramos fundamental re-articular la movilización en torno a conflictos actuales, que interpreten a las nuevas generaciones de estudiantes que se incorporan a la educación superior. Esta recomposición supone tender puentes hacia otros actores educacionales que también han abierto el debate público y también una actitud generosa entre las fuerzas de cambio que se organizan con autonomía del bloque dominante, es decir, la derecha y la Nueva Mayoría. Esta última ha demostrado ser incapaz de impulsar transformaciones dada su vinculación directa con el negocio educativo, entre otros. Acumular la fuerza necesaria para derrotar esos intereses es una tarea en la que nadie sobra.
Agrupaciones de endeudados por la educación, rectores y trabajadores con disposición a defender lo público, y estudiantes de instituciones privadas que enriquecen a sus dueños a costa de la promesa de una vida mejor. Son el nuevo rostro de un actor social aún en construcción, y que busca hacerse un espacio en política. Nuestro propósito es conformar un bloque social relevante en la lucha educacional, que abra la puerta para una expansión de la educación pública y el aseguramiento de la educación como derecho social. No estamos dispuestos a tejer lealtades con el gobierno ni quedarnos en las mera consigna y denuncia. Demostrar que otro camino es posible en la reforma educacional y trabajar incansablemente por abrir un ciclo de transformaciones por desmercantilizar nuestras vidas es nuestro compromiso.
Camila Rojas, presidenta FECH y Diego López, candidato a la presidencia FECH. Militantes Izquierda Autónoma
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