El PSOE considera totalmente insuficiente el documento de partida del acuerdo educativo propuesto por Cristina Cifuentes. De las 93 medidas solo 18 implican alguna modificación sustancial y merecen discutirse, dicen. Las críticas se extienden al procedimiento seguido por el PP hasta el momento en el desarrollo del plan, sin ninguna participación de los grupos parlamentarios. CC OO también ha rechazado la propuesta, al considerar que solo persigue cumplir el programa electoral popular sin abordar los problemas educativos actuales ni los recortes.
Cristina Cifuentes entregó a los portavoces de los grupos de la oposición a mediados de septiembre un borrador con 93 medidas que pretende ser el aglutinante de un acuerdo por la Educación entre políticos y organizaciones sociales. Tras su análisis los socialistas mantienen que se han encontrado con un documento con escasas medidas de calado, sobre el que no se niegan a hablar, pero que les ha decepcionado por su “mediocridad”.
En su opinión, las propuestas no van a suponer cambios “medianamente sustanciales” y mucho menos conseguirán “transformar la educación en Madrid”, alejándose del objetivo que se perseguía. El documento también incorpora puntos que ya existen o están en marcha, denuncian. “Casi la mitad (43) y en algún caso por la presión de la oposición y de la sociedad”, concretan. Ponen como ejemplo, la creación de una mesa y una guía de padres o los programas de comedores abiertos en periodo no lectivo.
El PP incorpora también 57 medidas totalmente innecesarias, dicen, “porque corresponden a la mera acción del gobierno”, así que no existe “ninguna necesidad de ponerlas en marcha. Entre ellas, destacan la número 15 en la que se propone mantener actualizadas las publicaciones de la Consejería, la 13 que pide el fomento de la práctica deportiva en los institutos o la 53 que supone la colaboración con otras consejerías en la Estrategia Madrileña contra la Violencia de Género y la Homofobia.
La financiación constituye otro de los puntos débiles del documento, a juicio del PSOE. Existen 32 puntos que carecen de la imprescindible dotación económica para poder evaluarlas. En este sentido, los socialistas destacan los puntos 20 y 21, dirigidos a reforzar la orientación y la atención a alumnado con dificultades de aprendizaje. “¿Cómo se pueden llevar a cabo cuando se ha reducido la aportación en un 60%? ¿Se pretende recuperar lo perdido?”, se preguntan. La misma consideración hacen con respecto a las medidas 42 y 43 que abordan la construcción, ampliación y mejora de centros educativos. Algo complicado si se tiene en cuenta que se han dejado sin gastar más de 50 millones en los dos últimos ejercicios.
De otros aspectos de la propuesta les sorprende que no supongan la “práctica habitual en la Consejería de Educación”. Entre ellos, el programa de prevención del absentismo escolar, que los centros informen a las familias del plan de trabajo y de los deberes, el asesoramiento a los centros educativos contra el acoso escolar, trabajar con las Universidades en la formación del profesorado, o el análisis de los factores que influyen en los resultados del alumnado.
Rechazo sindical
CC OO también ha rechazado el borrador propuesto por los populares. En la organización sindical no gustan “ni las formas ni el fondo”. La secretaria general de la Federación Regional de Enseñanza de Madrid, Isabel Galvín, avanza que Cifuentes “sabe perfectamente que de esta manera no se firmará”. La crítica apunta a los recortes que ha sufrido la educación en los últimos años. Los datos de CC OO indican que en 2009 en la Comunidad de Madrid se destinaron 4.810 millones de euros al gasto educativo. La cifra ha caído hasta los 4.142 euros en 2014, y “no se dice nada al respecto”.
El documento se ha consensuado con el Consejo Escolar y ese “no es el lugar”, explica Galvín, porque el PP controla al 80% de sus miembros y no refleja la pluralidad de la sociedad madrileña”. El PP tampoco quiso pactar el diagnóstico de la educación madrileña, “algo imprescindible, porque tendremos que ponernos de acuerdo en las prioridades”. Son medidas genéricas, que forman parte de su programa de gobierno, y “eso no es un acuerdo para la mejora y la transformación”.
OBJETIVOS CLAROS Y BAJO CONTROL PARLAMENTARIO
Para empezar a hablar sobre el pacto educativo, el PSOE pide incluir una fase para plantear los temas del acuerdo, que ahora les ha impuesto el PP. En segundo lugar, consideran imprescindible la participación de la comunidad educativa con los agentes sociales, familias, profesorado, entre otros. Y exigen reuniones multilaterales, con todas las partes implicadas.
Por último, solicitan el desarrollo de un método de trabajo adecuado, de tal forma que cada elemento lleve asociado unos objetivos concretos, con indicadores de progreso, memoria económica y un cronograma de aplicación y evaluación.
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