La educación argentina, de líder regional a la mitad de tabla
Las escuelas argentinas son de las más inclusivas, pero ya no las que mejor enseñan
“Uno no puede hablar de crisis educativa en Argentina, en las evaluaciones y en la cobertura se mantiene o mejora, pero antes tenía un liderazgo en Latinoamérica y ahora está en el promedio”, así describe la situación de las escuelas inicial, primaria y secundaria uno de los expertos que más las ha estudiado en la región, Axel Rivas, profesor de la bonaerense Universidad de San Andrés y autor del libro ‘América Latina después de PISA’, siglas en inglés del Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes. Este lunes han comenzado las clases en Argentina y, además del debate sobre la remuneración de los maestros, subyace el de la inclusión y la calidad de la educación, sobre todo porque supone un reto para el nuevo Gobierno de Mauricio Macri.
El libro de Rivas compila muchos datos para situar el estado educativo de Argentina y los otros seis países que participan de las pruebas de PISA: Brasil, México, Colombia, Chile, Perú y Uruguay. En 1960, Argentina superaba a todos ellos en cantidad de años de escuela estudiados por la población de más de 25 años: unos 5,3 años. México era el de menos: 2,3 años. En 2010, Chile superó a Argentina, por 9,7 años contra 9,5, México había subido a 8,3 y Brasil era el último, con 7,7.
En 1980, el menor índice de analfabestimo entre los siete países latinoamericanos de PISA era Uruguay, con 5,4%, seguido por Argentina, con 6,1%. Brasil tenía un cuarto de la población iletrada. En 2012, Uruguay y Chile lideraban con el 1,2%, Argentina los seguía con el 2,1% mientras que Brasil había bajado al 8,7%.
La cobertura en la escuela inicial no se destaca en Argentina: llega al 72%, por debajo del 81% de México o el 75% de Perú y Uruguay. En la matrícula de primaria, en cambio, los colegios argentinos lideraban en 1970 con el 94,8% de inclusión, frente al 60 u 80% de otros países, y en 2012 han subido hasta el 99,5%, pero los vecinos se les han acercado (Colombia y Perú están rezagados con el 96%) e incluso los uruguayos los han sobrepasado (99,8%). Los secundarios también mejoraron la cobertura, del 81,4% en 2000 al 83,9% en 2012, con lo que mantienen el mayor porcentaje de los siete países evaluados. Los de México llegan a solo el 74,6%.
“La secundaria en Argentina es muy problemática: hay disconformidad de alumnos y docentes, no siempre se procesa bien la inclusión social, el 40% de los estudiantes son la primera generación de su familia que entra a ese nivel, los docentes se enferman, su formación no está a la altura”, enumera problemas Rivas. “La mitad de los que empiezan la primaria acaban la secundaria, aunque eso sucede en toda Latinoamérica y antes era peor”, añade el profesor de San Andrés.
En las pruebas de calidad educativa de la primaria que organiza la Unesco, Argentina retrocedió del quinto puesto de los 15 países evaluados en Latinoamérica en 2006 al séptimo en 2013, pese a que mejoró en puntaje. Pero Brasil y Perú la superaron porque progresaron más. Chile, Costa Rica y Uruguay lideran en la media de las evaluaciones de tercer y sexto año de primaria en lectura, matemática y ciencias.
En las pruebas de PISA a estudiantes secundarios de 15 años, Argentina mantuvo el puntaje en matemática, pero eso le significó perder el liderazgo regional que tenía en 2000 y caer al quinto lugar en 2012. Chile, México y Uruguay encabezan la tabla en la actualidad. En lectura, los alumnos argentinos perdieron puntos y así es que bajaron del segundo puesto al sexto. Chile, México y Brasil lideran en esta materia. En ciencias, Argentina apenas mejoró en puntaje y por eso descendió del tercer lugar al cuarto, por detrás de Chile, Uruguay y México.
Pero para entender estos resultados también hay que recordar cuántos de los adolescentes de 15 años hacen las pruebas. La muestra de los evaluados supone el 83% de los jóvenes de esa edad en Chile, el 80% de los argentinos, el 73% de los uruguayos, el 72% de los peruanos, el 69% de los brasileños y el 63% de los colombianos y peruanos. Por tanto, Argentina aparece en la mitad de tabla, pero con un mayor porcentaje de sus jóvenes que están en la escuela y que, por tanto, rinden examen y conforman el resultado promedio.
“Hay un problema de desigualdad, de segregación entre escuela pública y privada y dentro de las escuelas públicas y las privadas, pero al mismo tiempo subió un poco el piso de aprendizaje de los más pobres en Argentina”, destaca Rivas. “Argentina es el país que más redujo la desigualdad desde 2000 porque descendió el nivel del cuartil más alto (25% más rico) y ascendieron los otros tres”, rescata el catedrático, que elogia el aumento de la inversión educativa, el mayor reparto gratuito de libros de texto y el plan por el que todos los alumnos de las escuelas públicas secundarias han recibido un portátil.
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