Gratuidad universal

Señor Director:

En relación con la entrevista realizada al senador Jaime Quintana, presidente del PPD, sobre programa de gobierno y gratuidad universal de la educación superior, me permito formular la siguiente precisión.

Con fechas 8 de julio y 2 de agosto de 2011, los cuatro presidentes de partidos de la Concertación suscribimos y dimos a conocer públicamente un documento, que es a la vez un compromiso, en que “proponemos establecer un sistema que garantice gratuidad, a través de becas, al 60% de los sectores de menores ingresos que estudien en carreras universitarias, profesionales o técnicas, las que deberán ser debidamente acreditadas”.

Algunos meses después suscribimos y dimos a conocer un segundo documento, que en esa oportunidad contó con la firma del presidente del PC, en que nos comprometimos a introducir gratuidad en la educación superior para el 70% de menores ingresos. En efecto, junto con señalar que “debe existir un solo sistema de becas y créditos para los estudiantes de educación superior” —entiéndase, para educación superior universitaria y técnica (CFT e IP), sin discriminación alguna— y proponer la sustitución del CAE (Crédito con Aval del Estado) “hasta alcanzar los estándares del actual crédito solidario y ser accesible desde el inicio a todos los estudiantes de educación superior”, señalamos explícitamente que “aspiramos a garantizar gratuidad para los estudiantes hasta el séptimo decil de menores ingresos” (en una primera etapa para las universidades del CRUCh y luego para el conjunto de la educación superior, concurriendo ciertos requisitos). Finalmente, nos comprometimos a “considerar apoyos adicionales a las familias de los últimos tres deciles (30% de mayores ingresos) cuando cuenten con varios hijos en la educación superior y su nivel de recursos lo haga necesario”.

Más claridad, imposible. Ese fue el compromiso del PDC, el PS, el PPD, el PRSD y el PC, suscrito por escrito y difundido públicamente.

Ambos documentos fueron ratificados por la unanimidad del Consejo Nacional del PDC y son el marco de nuestro compromiso programático y gubernamental.

Consecuente con todo lo anterior es que nuestra candidata presidencial, Michelle Bachelet, se ha comprometido en su (nuestro) programa a lo siguiente: “Durante el próximo período de gobierno, accederán a la gratuidad al menos los y las estudiantes pertenecientes al 70% más vulnerable de la población, abarcando extensamente a la clase media”, concurriendo ciertos requisitos.

Todo esto coincide con el compromiso de los cinco partidos de la Nueva Mayoría que he citado, en plena sintonía con el programa de gobierno. Es cierto que el programa de Michelle Bachelet plantea la posibilidad de avanzar hacia una gratuidad universal y efectiva en la educación superior, en un proceso que tomará seis años; sin embargo, ese compromiso será parte de la discusión parlamentaria en la medida que va más allá de los cuatro años del próximo gobierno.

De esta manera, el PDC no está incumpliendo ningún compromiso al haber acordado gratuidad para el 70% de alumnos y alumnas de menores ingresos, contemplando adicionalmente créditos blandos (con 2% de tasa de interés y pagadero en cuotas que no excedan el 10% del ingreso percibido por los futuros profesionales o técnicos), sino que dando estricto cumplimiento a los acuerdos formales y públicos suscritos por los cinco partidos de la Nueva Mayoría que he mencionado.

Estamos todos de acuerdo en avanzar sustantivamente en la dirección de la gratuidad en educación superior, especialmente considerando que hoy el 80% del financiamiento recae sobre los alumnos y alumnas, y sus familias, lo que es un escándalo en términos de una clase media sobreendeudada por este concepto.

¿Hasta dónde será posible llegar en gratuidad en la educación superior? Hasta donde lo determine el Parlamento en la discusión legislativa correspondiente. Esa es la base de la democracia deliberativa. En esa discusión, el programa de Michelle Bachelet constituirá una gran “Carta de Navegación”, como la ha definido nuestra candidata y futura Presidente de la República, que contará con el decidido apoyo del PDC desde el primer hasta el último día de su (nuestro) gobierno.

Ignacio Walker
Senador
Presidente del PDC