Alicia Rivera, El País, Madrid 25 SEP 2013 – 11:57 CET
En su movilización para atajar la crisis que sufre la I+D en España, el colectivo Carta por la Ciencia, con el apoyo a sus reivindicaciones básicas expresado esta semana por un centenar de directores de centro e institutos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha logrado ya el respaldo de tres grupos parlamentarios —los tres con los que se ha reunido hasta el momento— para pelear por los presupuestos de ciencia.
La promesa central se la han arrancado al PSOE, que quiere promover un acuerdo de los grupos —al que ya han expresado su voluntad de sumarse UPyD e Izquierda Plural— para garantizar la estabilidad del sistema de ciencia español, según expuso ayer el jefe de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, a los representantes de la Carta por la Ciencia. Con ellos mantuvo un encuentro para conocer de primera mano los cuatro puntos básicos que los investigadores consideran urgente resolver para evitar el colapso de la I+D en España: recuperar el nivel de dotación presupuestaria de 2009 para superar, en tres años, los casi 2.000 millones de recorte; suprimir las limitaciones de contratación que están sufriendo institutos y universidades; regularizar las convocatorias de I+D y la creación de la Agencia Estatal de Investigación. “Lo más importante es que los partidos políticos se unan en este objetivo de dar a la ciencia esperanza en este país, que se comprometan en la financiación plurianual más allá de los ciclos políticos”, señaló José Manuel Fernández, portavoz de la Federación de Jóvenes Investigadores/Precarios.
Por parte del PSOE también asistió a la reunión de ayer María González Veracruz, responsable de Investigación en la Ejecutiva Federal del partido. “Hemos expresado nuestro apoyo absoluto a los cuatro puntos que plantea este colectivo porque nos parecen muy razonables, muy asumibles”, comentó González Veracruz.
Los científicos siguen tratando sin éxito de mantener una entrevista con la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, para exponerle la crítica situación que está sufriendo la investigación en España. Un portavoz de su equipo declaró ayer a EL PAÍS: “Este tipo de entrevistas se canalizan a través del ministerio competente, en este caso Economía y Competitividad, en concreto la Secretaría de Estado de I+D+i”.
De los cinco años consecutivos de recortes, los dos primeros corresponden al Gobierno de Rodríguez Zapatero, que redujo notablemente la financiación de la I+D, tras alcanzar un máximo en 2009. “El año pasado, por coherencia, planteamos que se igualara el presupuesto al de 2011, pero ahora la propuesta de la Carta por la Ciencia de recuperar en tres años el presupuesto nos parece muy razonable y asumible”.
También los otros dos grupos parlamentarios (Izquierda Plural y UPyD) con los que se han reunido ya los miembros de la Carta por la Ciencia han expresado su acuerdo para emprender esta iniciativa conjunta por la ciencia. Y todos se han declarado dispuestos a asumir y expresar en el debate presupuestario las reivindicaciones del colectivo, incluida la de recuperar en los próximos tres años la inversión de hace cinco, aumentando en 630 millones de euros cada año la financiación de la I+D pública. “La ciencia tiene que ser la estrella de estos presupuestos”, señala José Luis Centella, de Izquierda Plural. “Esto es una cuestión de Estado, no partidista ni exclusivamente de los promotores de la Carta por la Ciencia: se apuesta por el ladrillo, Eurovegas o una olimpiada, o se apuesta por la I+D como motor de la economía”. Carlos Martínez Gorriarán, de UPyD, expresó su apoyo a los cuatro puntos de la Carta por la Ciencia comprometiéndose a tramitarlos en sus enmiendas parlamentarias. “Sin I+D la economía no va a salir adelante”, dijo el diputado.
“Rubalcaba nos ha dicho que, tan pronto como el juego de mayorías en el Parlamento lo permita, se podrían poner en marcha estos cuatro puntos y, en el debate de los próximos presupuestos, el PSOE se compromete a apoyarnos y a presentar enmiendas recogiendo nuestras reivindicaciones”, comentó tras la reunión Carlos Andradas, presidente de la Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE), uno de los integrantes de la Carta por la Ciencia. Para hoy tienen previstas las reuniones con el Grupo Popular, los partidos catalanes y vascos y el Bloque Nacionalista Galego (BNG).
Como representante del centenar de directores de institutos y centros del CSIC, que esta semana han presentado su adhesión a las reivindicaciones de la carta, se ha sumado a las reuniones con los grupos parlamentarios Santiago Lamas, director del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CSIC). “Es un momento fundamental para apoyar estos cuatro puntos de mínimos”, señaló. Como reflexión personal, Lamas considera que habría que “aprovechar esta oportunidad para elaborar un documento, una especie de libro blanco, que sirva de reflexión y actuación sobre la ciencia española, como financiarla, evaluarla y apostar por ella”.
El cuarto punto que los científicos reclaman para evitar más deterioro del sistema de ciencia es la Agencia Estatal de Investigación, tantas veces prometida y nunca concretada, pese a que se estipula su creación en la Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación de 2011. Sobre esta urgencia argumenta Manuel de León, director del Instituto de Ciencias Matemáticas (CSIC) y firmante de las reclamaciones de la Carta.
“Estamos todos de acuerdo en la necesidad de recuperar la inversión de 2009, pero la agencia también es fundamental y si existiera, probablemente no tendríamos estos mismos problemas al contar con un presupuesto plurianual para la ciencia”, comenta. “Ahora no hay capacidad de planificación y ejecución presupuestaria independiente en el ámbito de la I+D”. También recalca De León que el dinero que necesita la investigación es una cantidad “perfectamente asumible”. Recuerda que la ciencia es internacional y con estos problemas “la imagen que se da de la ciencia española es, innecesariamente, muy mala”.
Nuevo aplazamiento del Plan Estatal
Una de las reivindicaciones básicas de la Carta por la Ciencia es la regularización de las convocatorias, sobre todo de proyectos de investigación y contratos del Plan Estatal de I+D+i, que están todas retrasadas generando desconcierto en la comunidad científica. La correspondiente a los proyectos del Plan Estatal tenía que haber salido hace nueve meses y la Secretaría de Estado de I+D+i ha ido aplazándola una y otra vez, mes tras mes. Su última fecha era mediados de septiembre. El nuevo calendario, según informó ayer dicha Secretaría de Estado, contempla hacer la convocatoria en las próximas tres semanas para resolverla en el primer cuatrimestre de 2014 e inmediatamente después convocar la correspondiente al año que viene —por tanto, ya con retraso— para resolverla en 2014 y recuperar la normalidad en 2015. Estas convocatorias hasta ahora han exigido un mínimo de nueve meses para su resolución, y la última ha precisado más de un año y medio para que los científicos empezaran a recibir, hace pocas semanas, la financiación asignada.
“La situación de la ciencia es crítica con la caída del presupuesto desde 2009, los proyectos del plan nacional que no se convocan, el CSIC sin dinero para funcionar… Los científicos se van o no quieren venir a trabajar a España”, lamenta José Luis Riechmann, director del Centro de Investigación en Agrigenómica (IRTA-CSIC-UAB), en Barcelona, uno de los que se han adherido a las reivindicaciones de la Carta por la Ciencia. “Esos cuatro puntos del colectivo los hemos asumido porque son básicos, algo que cualquier persona que esté preocupada por la ciencia en España puede suscribir, y más si tiene un cargo de responsabilidad; sobre si suponen un mínimo o si hay que hacer más puede haber diferentes posturas, pero en eso no entramos ahora”, añade.
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