Sobre la actual coyuntura del movimiento estudiantil
Agosto 11, 2012

laTercera8.png Entrevista sobre el tunel y la encrucijada en que se encuentra el movimiento estudiantil, publicada en La Tercera, sábado 11 de agosto de 2012.
José Joaquín Brunner (PPD): “El movimiento estudiantil entró en un túnel del que no puede salir”
“La Concertación no está preparada para manejar ningún tema país”, dispara el ex ministro José Joaquín Brunner (PPD), quien también critica la lentitud del gobierno para solucionar algunas demandas del sector.
Pese a estar alejado de la coyuntura, José Joaquín Brunner (PPD), ex ministro del gobierno de Eduardo Frei y experto en educación, sigue con atención la agenda que se instaló a raíz de las movilizaciones estudiantiles del 2011. Sus críticas se reparten entre la desorientación del movimiento -reflejada en las violentas protestas del miércoles- y la lentitud del gobierno para hacerse cargo de algunas de las demandas instaladas en la opinión pública, como el combate al lucro. Sus principales dardos, sin embargo, van dirigidos a la Concertación. “Tras la derrota presidencial, se ha sumido en la total confusión, con volteretas de dirigentes que hace un par de años decían una cosa y que ahora afirman totalmente lo contrario, pidiendo perdón por todo lo que no se hizo en educación. Han tratado de tapar lo realizado casi con vergüenza. La Concertación cortó su propia historia”, sentencia.
¿Cómo evalúa el estado actual del movimiento estudiantil?
Hace rato que el movimiento estudiantil y sus movilizaciones entraron en un túnel del cual parecen no poder salir. Las marchas se han vuelto una performance rutinaria, con un corolario de violencia que reflejan la elección de un “método de lucha”, una expresión de acción irracional-anárquica y una manifestación de jóvenes desintegrados que utilizan la calle como escenario para la anomia.
Por su parte, el liderazgo del movimiento está desconcertado. Los dirigentes no saben cómo reaccionar frente a los hechos de violencia, se declaran impotentes, y no actúan con la solidez y coherencia con la que lo hacían los líderes del año pasado. La condición propiamente político-cultural del movimiento se ha vuelto errática. A esta altura, no se sabe cuáles son sus metas, sus reivindicaciones, convicciones y compromisos. Algunos, como Giorgio Jackson, dan muestra de una reflexión autocrítica; otros ofrecen explicaciones confusas, como lo hace Gabriel Boric; y otros, como Camila Vallejo, que creyeron que desde la calle controlaban a los partidos, ahora descubren, con frustración, que los engañaron.
¿Por qué se ha perdido la fuerza del año pasado?
Los dirigentes estudiantiles hoy se enfrentan a un entorno que no comprenden y están paralizados frente al conjunto de iniciativas para mejorar la educación que se discute en el Congreso. Ellos insisten en sus mismas reivindicaciones y aparecen como ninguneados por el gobierno, en vez de hacer propuestas novedosas acordes al nuevo escenario. Además, los propios estudiantes se dan cuenta de que muchas de sus demandas han sido escuchadas, como el aumento de becas. A esto hay que sumarle que la opinión pública está centrada en un escenario preelectoral y que se da cuenta de que la economía crece y da empleo.
¿Qué debieran hacer entonces?
Redefinir sus demandas y dialogar con el gobierno. Deben tomar un respiro y valorar todo lo logrado. Sin embargo, debido a que la Confech anunció que habría un colapso total del sistema político, todas las victorias parciales parecen secundarias.
¿Cuáles han sido esos triunfos?
Se levantaron demandas como el fin al lucro, el que ha sido abordado seriamente por primera vez, y se creará una Superintendencia de Educación, por ejemplo. Ha habido triunfos económicos, políticos y simbólicos. Lo increíble es que para sus dirigentes ninguna de estas cosas sean logros importantes.
A diferencia del 2011, los dirigentes actuales no han logrado crear una nueva agenda, no tienen una buena relación con los medios ni el carisma de Vallejo y Jackson. Se mueven en un discurso radicalizado, pero sin capacidad para controlar la violencia.
¿Las marchas ya no tienen utilidad?
Salir a gritar otra vez por la gratuidad y contra el lucro es un recurso que alcanzó su máxima expresión el año pasado y de ahí ha venido deshilachándose. La demostración patente del fracaso de esta estrategia quedó en evidencia en la movilización del miércoles pasado, en la que hubo poca gente y mucha violencia. La peor combinación.
Giorgio Jackson se quejó de que mientras el miércoles la marcha estudiantil hacía noticia por la violenta y poca convocatoria, se avanzaba en el Congreso en la aprobación del incentivo tributario a la educación, lo que, a su juicio, profundiza la segregación social.
Lo que hay que destacar es que tendremos una reforma tributaria que significará mil millones de dólares para la educación. Esto es un tremendo avance, aunque la reforma también incluya ese “punto negro” que es la rebaja tributaria para un cierto tramo de familias de clase media.
A diferencia de los ministros Joaquín Lavín y Felipe Bulnes, Harald Beyer ha optado por no reunirse con los dirigentes estudiantiles. ¿Le parece correcta esa estrategia?
El ha movilizado con prontitud una cantidad de proyectos de ley y les ha dicho a los jóvenes que discutan sus ideas en el Parlamento. Eso me parece inobjetable. Los estudiantes, sin embargo, no han seguido ese lógica, porque para ellos es una derrota si sus visiones no se aceptan íntegramente. Por eso siempre dan la sensación de que pierden.
La actitud de Beyer ha sido adecuada, ahora hay que ver si tiene logros concretos. Lo que sí es claro es que ahora el gobierno controla mejor la situación de lo que lo hacía en la época de Lavín y Bulnes.
¿Es optimista?
Sí, pero existe el peligro de que los cambios en la educación se paralicen debido a un empate. Ya que como ni la Concertación ni el gobierno ni los estudiantes están sentados en una mesa buscando acuerdos y ningún sector tiene la fuerza para imponerse por sobre otro, todo puede quedar en nada.
Se ha criticado al gobierno por no zanjar el lucro en la educación.
El Ejecutivo ha sido lento y confuso en su promesa de avanzar en el marco regulatorio y aprobar una Superintendencia de Educación, con atribuciones reales para detectar a las universidades que lucran.
Sin embargo, yo creo que el problema de fondo no es este, sino que la desigualdad del sistema educacional, lo que tiene poco que ver con el lucro. Esta se supera, entre otras cosas, con más recursos, pero hay que ver el debate por la reforma tributaria para darse cuenta de lo difícil que es lograr mayor financiamiento.
Lamentablemente, estos temas de fondo no se han discutido, debido a la falsa ilusión de que todo se soluciona terminando con el lucro. Se pueden cerrar muchas universidades que profitan, pero eso no va a mejorar la calidad de la educación ni la formación de profesores.
“OPORTUNISMO DE LA CONCERTACIÓN”
¿Cómo se ha manejado la Concertación frente a las demandas estudiantiles?
Estoy decepcionado y frustrado, han faltado propuestas y una visión de futuro. El 2011 muchos parlamentarios, en un salto mortal tremendo, dijeron: “Estamos de acuerdo con todo lo que plantean los estudiantes”. Le hicieron creer a la Confech que ellos casi estaban conduciendo al país, lo que nunca fue verdad. Esto explica la desilusión actual de sus dirigentes, quienes llegaron a pensar que, con solo llegar a las graderías del Congreso, los parlamentarios votarían como ellos querían. Los estudiantes se equivocaron, pero los que alimentaron esa ilusión fueron los propios políticos. Mientras el movimiento fue fuerte, todos aparecían detrás de los jóvenes, y ahora que está debilitado, se alejan. Y la gente se da cuenta del oportunismo de la Concertación.
¿La oposición está preparada para volver al gobierno y hacerse cargo de los problemas de la educación?
No está en condiciones de manejar ni ese ni ningún otro tema país. La única preparación de la Concertación actual es mirar a Nueva York y decir “hagamos las menos olas posibles, para que nuestra candidata vuelva tranquila y tengamos un gobierno donde podamos participar”. ¿Qué va a proponer la Concertación frente a los temas país si está sumida en la confusión total?
¿Michelle Bachelet podría ordenar a su sector y avanzar en educación?
Podría hacer algo, porque efectivamente logró un acuerdo importante con todos los sectores para terminar con la Loce. ¿Y qué hace ahora la Concertación frente a ese consenso transversal? ¡Se tapa la cara! Y lo ridiculizan diciendo: “Lo peor que hicimos fue el ‘acuerdo de las manitos tomadas’”.
Yo me pregunto qué le dirán a la opinión pública cuando se le pida a la Concertación buscar acuerdos, porque todos sabemos que sin consensos no se avanza ni un paso. Bachelet logró crear una ley que está cambiando el sistema de dirección de la educación y nadie habla de eso. ¿Quién se atreve a defender nuestros logros, aparte de dirigentes lúcidos como Ricardo Lagos o Camilo Escalona?
¿La derecha está más preparada entonces para tratar estos temas?
No necesariamente, porque en educación lo que el gobierno ha hecho es continuar con las políticas de la Concertación, pero profundizadas debido a la presión del movimiento estudiantil. No olvidemos que 10 años atrás la derecha decía que no había que dar un peso más para la educación porque se gastaba mal. ¡Y ahora proponen una reforma tributaria para financiarla! Esto lo deben haber aprendido cuando llegaron al poder.


Confech se reúne con movimiento mapuche en Ercilla y analiza futuro de movimiento estudiantil
La Confederación de Estudiantes de Chile arribó hasta la Región de La Araucanía en señal de apoyo al pueblo originario. Además, tocará temas para trazar los siguientes pasos del conglomerado
La Tercera, 11/08/2012 – 09:30
Desde las 9 horas, los dirigentes universitarios de la Confech están reunidos en la comunidad mapuche de Wente Winkull Mapu, en Ercilla, Región de La Araucanía, para entregarle su apoyo al pueblo originario y para analizar temas de un golpeado movimiento estudiantil.
En la cita, se analizará lo sucedido el pasado miércoles, en donde la imagen de los estudiantes salió severamente afectada producto de los violentos incidentes que protagonizaron una marcha no autorizada convocada en Plaza Italia y que terminó con daños públicos y tres buses del Transantiago quemados.
“Es un día crucial para el movimiento estudiantil. Nos encontramos frente a una encrucijada. Lo que sucedió el día 8 fue un traspié importante y quien diga lo contrario no quiere ver la realidad”, dijo el dirigente de la Feuc y vocero de la Confech, Noam Titelman.
En esa línea, en la jornada de hoy se decidirá qué tipo de acciones se realizarán para continuar con sus petitorios al Gobierno.
“Podemos continuar lo que vimos en las imágenes (de la marcha) o recuperar aquello que es la esencia del movimiento, lo que el movimiento realmente es, convocante para la familia”, añadió Titelman.
“Decidir si podemos hacer más, distintos y mejores de lo que vimos el día 8. Tenemos la misma convicción que teníamos antes. No vamos a descansar para tener un sistema de educación pública”, remató el vocero de la Confech.
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Secundarios endurecen posición con tomas y critican apoyo universitario
Estudiantes tomaron siete liceos, marcando una radicalización del movimiento.
por Javiera Matus y Carolina Araya, La Tercera, 11 de agosto de 2012
Esta semana, siete establecimientos de educación escolar se han sumado a tomas en diferentes puntos de la Región Metropolitana. Los liceos involucrados: el Manuel Barros Borgoño, el Cervantes, el Confederación Suiza de la comuna de La Reina y de Santiago, el Darío Salas, el Arturo Alessandri Palma y el Instituto Superior de Comercio Joaquín Vera Morales. En su mayoría, los secundarios aseguran no sentirse apoyados por los universitarios y optan por la radicalización del movimiento.
“Creemos que siempre ha habido un sector de los universitarios que no está tan radicalizado y que nunca prefirió las tomas, sólo los paros y las marchas. Su postura está bien, la respetamos, pero nosotros como secundarios tenemos la postura de irnos a toma o hacer cualquier manifestación que sea necesaria para tratar que el Presidente responda a las peticiones que pedimos como estudiantes. El mundo universitario tiene varias vertientes, pero ese apoyo no se ve tanto. Los universitarios nos dicen que nos apoyan, pero lo hacen desde lejos”, dijo ayer Ignacio Gajardo, vocero del Liceo Cervantes. Su establecimiento está en toma desde el jueves y cuentan con un petitorio interno que busca mejorar la infraestructura. Aseguran una mala gestión de la directiva y explican que por eso están de acuerdo con la desmunicipalización. Rechazan además la llamada Ley Hinzpeter “porque criminaliza los movimientos sociales”.
El Darío Salas, que está en toma desde el domingo, demanda las mismas peticiones que el Cervantes y enfatiza en la radicalización del movimiento. “Esta la base para que se comience un movimiento nuevo, más fortificado que el del año pasado”, dijo Iñigo Bienich, vocero de la toma. Agregó que existen discrepancias con los universitarios en la forma de llevar las demandas estudiantiles. “El año pasado se vio que los que obtuvieron las ventajas fueron ellos, siendo que el movimiento secundario llenaba las calles. Este año se repite la misma metodología por parte de los universitarios”.
En el caso del Barros Borgoño, la toma comenzó el jueves. El presidente del centro de estudiantes, Xavier Delgado, aseguró que no existen avances en la mejora de la educación secundaria y que eso se debe a que “como estudiantes secundarios nos hemos sentido totalmente invisibilizados en el debate. En ese sentido, cuando (Camilo) Ballesteros rechaza medidas como las tomas, lamentablemente impone su agenda universitaria que no ha salido de reformas al modelo de financiamiento. Nuestras propuestas son un poco más profundas”.
Universitarios responden
Para Noam Titelman, presidente de la Feuc, las tomas no deben caer en la violencia. Sin embargo, explica que “los establecimientos tienen autonomía para decidir la manera en que quieren movilizarse”.
Sebastián Donoso, presidente de la Feusach, hace una autocrítica y explica que la baja participación de la marcha del miércoles “tiene que ver con que muchas universidades están en vacaciones; sin embargo, quiero recalcar que no se ha perdido esta alianza”.
Beyer: “Este es un daño muy profundo”
Un rechazo absoluto a las tomas declaró ayer el ministro de Educación, Harald Beyer, quien señaló que estas sólo perjudican a la educación pública.
Según el Mineduc, el año pasado, producto de las movilizaciones, repitieron cerca de 239 mil estudiantes, y el 51% de estos proviene del sistema municipal. “El año pasado cayó en un 10% la matrícula en los establecimientos municipales. Este es un daño muy profundo. Los problemas de la educación pública se solucionan con los cambios legislativos”, dijo Beyer.
A esto agregó que en los liceos emblemáticos repitieron cerca de 6.900 estudiantes, es decir un 37% de la matrícula de estos establecimientos.

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