Protesta estudiantil vuelve a concentrarse en los medios: tomas o no-tomas
Agosto 18, 2012

viol.jpg Los “medios de lucha” vuelven a ocupar el centro del debate educacional. Cuando esto ha ocurrido antes, los resultados son dos: (i) se pierden los fines o propósitos por los cuales los diversos actores se movilizan o reaccionan frente a los demás; (ii) las soluciones a los problemas se alejan en vez de acercarse y aumenta en todas partes el nivel de frustración.
Confech acuerda radicalización: “Movilizaremos nuestras universidades sin poner límites
Según revela la última acta de la reunión de dirigentes universitarios, realizada en la comunidad Wente Winkull Mapu, en Temuco, se acuerda “dar un impulso al movimiento estudiantil”.
Los estudiantes definieron otorgar “atención especial” a la próxima semana, por cumplirse un año de la muerte del menor Manuel Gutiérrez, producto de un impacto de bala en jornada de manifestaciones.
por La Tercera – 17/08/2012
Antes del 24 de agosto los universitarios han acordado radicalizar el movimiento estudiantil, con motivo de conmemorarse un año de la muerte de Manuel Gutiérrez, el menor de 14 años que falleciera producto de un impacto de bala en una violenta jornada de manifestaciones en Santiago, en medio de las demandas estudiantiles en 2011.
Así lo revela la última acta de la Confech que se realizó el sábado 11 de agosto en la comunidad Wente Winkull Mapu, en Temuco, y que determinó -entre otras cosas- “dar un impulso al movimiento estudiantil, movilizando nuestras universidades sin poner límites a las formas de movilización” y dando “atención especial” a organizar actividades durante la semana del 20, fecha en que un móvil de Carabineros pasó efectuando cerca de tres disparos, uno de los cuales habría impactado en el pecho de Gutiérrez.
MOVILIZACIONES
Desde la USM, el presidente de la Fetec (sede de Viña), Alexis Gonzáles, aseguró que “no se descarta ningún método de movilización para ejercer presión al Ejecutivo y al Gobierno que nos pone proyectos de ley que nosotros no queremos”.
El presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción (FEC), Recaredo Gálvez, afirmó que se está viviendo un “proceso de agitación desde hoy hasta la próxima semana en torno al debate y ya varias facultades están discutiendo las formas de movilización”.
En Valparaíso, la secretaria general de la Feuv, Marjorie Cuello, señaló que “hay facultades más agitadas que otras”, pero que recién la próxima semana definirán el curso a seguir. Sin embargo, sostuvo que en la región ya están los secundarios levantando los ánimos y eso genera ímpetu en los universitarios.
TOMAS Y EFECTO DOMINO
Consultados por la posibilidad de tomarse los planteles, Gálvez afirmó que el tema “se discute en cada carrera, pero siempre es una alternativa, sobre todo con la tozudez e inoperancia que ha tenido el Gobierno”.
Por su parte, González declaró que si bien “las tomas no son necesarias en este momento, se van a ir incrementando los niveles de presión”. Asimismo, agregó que “si la toma de la casa central de la Universidad de Chile logra mantenerse creemos que esto puede generar un efecto domino”.
NO HAY CONSENSO
Un aspecto que no logró tener acuerdo entre los universitarios es la participación que han tenido en el Congreso, debido a los resultados de las votaciones de Reforma Tributaria, Ley Hinzpeter y el informe al lucro que reveló irregularidades en las casas de estudios.
“Es un tema que no está zanjado, pero queda demostrado que la clase política no da el ancho a nuestras demandas”, afirmó González. Problemática que arrastran desde el 2011 respecto a si seguir la vía institucional o salir a las calles y radicalizar el movimiento.
APOYO A SECUNDARIOS
Otro aspecto que revela el documento es la necesidad de “instalar el apoyo a las movilizaciones de los secundarios y aprovechar el segundo semestre como oportunidad para levantar el movimiento”.
“El apoyo principal está hacia los estudiantes secundarios y su movilización y desde ahí nace nuestra motivación de adherirnos”, afirmó Gálvez señalando que participarán de la convocatoria del 23 realizada por la Aces.
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Gobierno: “Este movimiento es muy distinto al del año pasado, son grupos pequeños”
El vocero Andrés Chadwick aseguró que los alumnos que se encuentran movilizados son un grupo minoritario y que son millones los que permanecen estudiando. El ministro afirmó que el gobierno estaría “feliz” si los estudiantes deciden manifestarse de forma pacífica, con cicletadas y movilizaciones familiares.


La Tercera, 17/08/2012 – 08:16

El vocero de gobierno, Andrés Chadwick, afirmó que los estudiantes que se encuentran movilizados son un grupo minoritario y que no representa a la totalidad del alumnado, asegurando que son millones los alumnos que permanecen estudiando normalmente.
“Este movimiento es muy distinto al del año pasado, estamos viendo que son grupos pequeños, que están muy focalizados en su acción. Vimos que ahora se tomaron la Casa Central de la Universidad de Chile 30 alumnos sin siquiera haber consultado o coordinado con sus dirigentes, tenemos seis liceos tomados, por lo tanto creemos como gobierno que estamos frente a un grupo muy minoritario que actúa por la vía de la violencia, de las tomas, y por eso queremos que este grupo minoritario no impida lo que quiere la inmensa mayoría de los estudiantes que es poder desarrollar normalmente su año escolar”, aseguró Chadwick en entrevista con Canal 13.
El secretario de Estado señaló “hay millones de estudiantes en Chile que no marcharon, que no comparten la toma, estas reformas dan respuestas de forma seria a lo que el país necesita en la educación. El país no puede girar en torno a lo que quiere un grupo de personas, minoritarios hoy día en su actuar violento que exigen ‘o me hacen caso a mi o me tomo el liceo’, ‘me hacen caso a mi o me tomo la casa central’, y son 30 estudiantes. Entonces ¿cómo funciona una democracia si tu estás sujetos a un grupo minoritario dice ‘o lo mío o violencia’?”.
El ministro agregó “a algunos estudiantes no les gustan las reformas del gobierno, son millones los estudiantes que a esta hora están marchando a sus colegios y liceos. Solo hay cinco liceos tomados y 30 alumnos en la Casa Central de la Universidad de Chile, son millones los que ahora están estudiando en Chile”.
DECLARACIONES DE BORIC
Con respecto a las declaraciones de Gabriel Boric, quien aseguró que “el clima de tensión que se vive en nuestro país es responsabilidad del Gobierno”, Chadwick fue enfático al señalar “lo hemos escuchado en distintas oportunidades y eso es precisamente cuando los argumentos faltan”, agregando, “en este momento tenemos siete proyectos de ley que estamos tramitando en el congreso, que dicen todos con aspectos fundamentales de la educación. Donde se está viendo una reforma tributaria para inyectar mil millones de dólares a la educación, vamos a cuadriplicar las becas universitarias, aumentar los cupos a la educación preescolar. Entonces estamos, todo un país, gobierno y congreso, 100% con preferencia absoluta a la educación. Ahora que eso no le guste a un grupo de estudiantes que quieren otras medidas, bueno, para eso tenemos democracia”.
Finalmente, ante la idea de los estudiantes de realizar manifestaciones pacíficas como cicletadas o movilizaciones familiares, el ministro Chadwick comentó “eso es lo que tienen que hacer, si ellos quieren manifestar su desaprobación con alguna medida, que lo hagan de forma pacífica, en eso el gobierno feliz que puedan hacer actividades que sean tranquilas, si lo que no queremos es que haya violencia”.
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El Mandatario apeló a los principios por los que se rige su Gobierno:
Presidente Piñera interviene en conflicto estudiantil y condena hechos de violencia
El Jefe de Estado llamó ayer a que “no confundamos la causa de una educación de calidad para todos y cada uno de los jóvenes, con la violencia, las tomas, los incendios de buses y las bombas molotov”.
M. Herrera y M. Valenzuela, El Mercurio, 18 de agostpo de 2012
Las cifras confirmaron el análisis que se estaba realizando en La Moneda desde la semana pasada: los actos de violencia asociados a las demandas de los estudiantes secundarios estaban causando rechazo en la ciudadanía.
Pero ahora, al conocer una encuesta (ver recuadro) el diagnóstico en Palacio era concluyente, por lo que el diseño comunicacional definido para enfrentar este tema tomó mayor fuerza.
Ya la semana pasada el vocero de Gobierno, Andrés Chadwick, diferenció el tema educacional de los desmanes en las calles. Dijo en esa oportunidad: “¿Qué tiene que ver la violencia que hemos visto con la educación, cuando estamos trabajando intensamente como Gobierno, en el Congreso, como sistema y como democracia en mejorar al máximo la educación del país?”.
Ayer, en el tono que ha mantenido La Moneda desde el primer día en que comenzó el conflicto, el Presidente Sebastián Piñera decidió intervenir directamente en el tema.
“No confundamos la causa de una educación de calidad para todos y cada uno de los jóvenes, con la violencia, las tomas, los incendios de buses y las bombas molotov. Lo segundo no conduce a ninguna parte”, dijo el Jefe de Estado en el marco del lanzamiento del “Programa Chile sin Papeleo”.
Pero no fue sólo una condena a los hechos violentos de las últimas jornadas sino que el Mandatario subrayó que la actitud del Ejecutivo respondía a un tema de “principios”.
En forma vehemente, agregó: “Estos son los tres principios por los cuales estamos luchando y por los cuales vamos a seguir luchando. La libertad de los jóvenes que quieran estudiar; luchar contra la violencia porque no conduce a ninguna parte, y proteger el derecho de los ciudadanos a poder vivir en paz y en tranquilidad”.
En tanto, el titular de la secretaría general de la Presidencia, Cristián Larroulet, aseguró: “El Gobierno es responsable de la mayoría de los chilenos y la mayoría quiere que sus hijos estudien en paz”.
Emplazamiento a la oposición
Junto con seguir esta línea, tanto en Palacio como en los partidos de la Alianza, se decidió hacer emplazamientos directos a las colectividades opositoras. Esto fue gatillado la semana pasada cuando resultaron quemados tres buses del Transantiago luego de una marcha no autorizada de los estudiantes secundarios. Según La Moneda, en aquella ocasión los dirigentes del bloque opositor no fueron claros en condenar esos hechos. Así fue como el jueves, tras los desmanes en los desalojos de los colegios en toma, el ministro vocero le pidió a la Concertación “un pronunciamiento” sobre “la libertad del derecho a la educación” y sobre si condenaban o no “todo acto de violencia”.
Esto fue seguido por dirigentes políticos. Desde la UDI por ejemplo, los diputados Mónica Zalaquett y Gustavo Hasbún exhortaron a la candidata a alcaldesa de la Concertación por Santiago, Carolina Tohá, y al diputado Felipe Harboe (ambos PPD), a que “que condenen la violencia”.
Encuesta: el 63% rechaza las tomas
Un mayoritario rechazo a las tomas en los colegios de Santiago arrojó una encuesta realizada por la empresa ICCOM, los días 16 y 17 de agosto, y que conoció La Moneda ayer. El sondeo se aplicó a 401 personas en hogares con teléfono fijo, y ante la pregunta “¿Está de acuerdo o en desacuerdo con las tomas en los colegios de su comuna?”, el 63% de los entrevistados las rechaza, mientras que el 34% las aprueba. El estudio también midió la aprobación de los desalojos que ordenó el alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett: Al 66% le pareció bien y al 31% una mala decisión.
En cuanto a las acciones que debieran adoptar las autoridades si los alumnos desalojados intentan retomar los colegios, el 41% estimó que se debe dividir el colegio en dos, permitiendo que una parte quede en toma y la otra en clases; luego el 35% consideró que se deben desalojar los establecimientos todas las veces que sea necesario, y el 13% afirmó que se deben permitir siempre ese tipo de acciones a los alumnos.
El sondeo reveló que mientras el 69% cree que ya fueron suficientes las tomas y que ya es hora de que los estudiantes vuelvan a clases, el 26% opina lo contrario. Además, el 67% estima que este tipo de expresiones ya cumplió su rol y que “hoy están derivando en intransigencia”, en contraposición al 29% que cree que siguen siendo necesarias. A ello se suma que el 56% dice que el desalojo protege y asegura el derecho a la educación de los alumnos, y que el 52% cree que Zalaquett se ha esforzado para que los estudiantes depongan las tomas.
Consultados sobre su opinión acerca del movimiento estudiantil, el 75% dice que los únicos perjudicados son los estudiantes; el 61% cree que los dirigentes estudiantiles deben hacerse cargo de los daños por las marchas, y el 60% considera que éste dejó de ser un movimiento por la educación y pasó a ser político.
Sondeo
69%
dice que ya fueron suficientes las tomas y que los estudiantes deben volver a clases.
60%
asegura que este dejó de ser un movimiento por la educación y que pasó a ser un movimiento político.
Alcalde
El 66% respalda decisión del edil de Santiago, Pablo Zalaquett, de desalojar colegios.
Crisis
Un 60% considera que el movimiento estudiantil está en crisis actualmente, mientras que el 37% opina lo contrario.
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Beyer: No es razonable “comprar a pie juntillas” las demandas de los estudiantes
El titular del Mineduc aseguró que el Gobierno no renunciará a sus ideales para frenas las tomas. Además, apuntó a razones políticas detrás de las ocupaciones de establecimientos educacionales, entre ellos la Universidad de Chile.

Viernes 17 de agosto de 2012| por Nacion.cl

Insistiendo en que las puertas de La Moneda están abiertas al diálogo, el ministro de Educación, Harald Beyer, aseguró que el Gobierno no está dispuesto a “renunciar a nuestra ideas” para terminar con las tomas de los establecimientos educacionales.
“No estamos dispuestos a renunciar a nuestras ideas para evitar las tomas, nos parece que el objetivo de muchos de estos estudiantes es imponer una agenda que no se validó democráticamente el año 2009 durante las elecciones. Nosotros tenemos derecho a llevar adelante una agenda, sin perjuicio de estar disponibles para incorporar muchos de los planteamientos que se nos han hecho en diversas áreas”, declaró en Radio Agricultura.
El secretario de Estado enfatizó que “si me dicen que tenemos que comprar a pie juntillas las demandas de los estudiantes y eso es lo único que nos cabe hacer para calmar los ánimos, no nos parece que eso sea razonable”.
“BÚSQUEDA política” EN LAS TOMAS
Asimismo, y en la misma línea de lo señalado por el vocero de Gobierno, Beyer dijo que no hay justificación para la ocupación de la casa central de la Universidad de Chile y apuntó a razones políticas detrás de las últimas tomas de establecimientos educacionales.
“No entendemos este enardecimiento de los ánimos, creo que detrás de eso hay solamente una búsqueda política y no realmente de diálogo, porque hay siete proyectos en el Congreso que abordan distintos desafíos en materia educacional, hemos estado abiertos a recibir ideas en los distintos ámbitos, y queremos tener grandes acuerdos para avanzar hacia una educación más equitativa y de mayor calidad”, aseveró.


El carrusel de las tomas
Blog, La Tercera, Aug. 18 , 2012
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Publicado en La Tercera, 18 de agosto de 2012
Es contradictorio que las tomas produzcan el efecto que quieren evitar; esto es, la huida de las familias de los colegios públicos. Es el efecto combinado del radicalismo infantilista y la frustración de contemplar acciones de gobierno que sugieren una dirección contraria a sus demandas.
EL movimiento estudiantil cambió de rumbo, de protagonistas y de tácticas. Los universitarios agrupados en la Confech perdieron la conducción, aunque, paradojalmente, muestran mucha más unidad de criterios que la que tuvieron el 2011.
Los protagonistas de estos días son los secundarios, divididos en dos organizaciones, la Cones y la Aces, que se tienen más bronca que afecto; ya es anómalo que existan dos agrupaciones, algo que ni siquiera ocurrió en los tempestuosos días de la Unidad Popular. Las tácticas dominantes han sido unas caóticas tomas y retomas de colegios de Santiago y Providencia, ejecutadas por grupos pequeños, con gran obstinación, que creen estar viviendo una epopeya pero que suelen salir arrastrados por las fuerzas especiales. Entre tanto, las familias están ausentes, sus colegios se exponen a seguir perdiendo matrícula y sus sostenedores -los municipios- ven un negro horizonte de problemas de financiamiento.
El punto de inflexión fue la marcha del miércoles 8, que terminó con buses quemados, destrozos en bienes públicos y un extendido espectáculo de violencia en el centro de Santiago. Los dirigentes de la Confech repudiaron estos hechos -lo que nunca hicieron el año pasado-, se concentraron en la pelea legislativa y llamaron a desplegar más creatividad que incendios. En la distancia corta, perdieron el control de la calle; en la larga, es posible que sus triunfos sean más profundos.
El gobierno ha tratado al movimiento de estas semanas con desdén, por no decir desprecio, como si sólo fueran niños chicos buscando camorra en el patio principal. El ministro Harald Beyer, muy lejos de su estilo personal, se niega a recibirlos. El ministro Rodrigo Hinzpeter exige a los municipios más mano dura. Los alcaldes (oficialistas) piden más policía. El gobierno entero parece estar hoy más cerca del estilo de Cristián Labbé que del de Pablo Zalaquett.
Es cierto que los estudiantes (todos, universitarios y secundarios) han mostrado dificultades para distinguir las conquistas inmediatas de aquellas que requieren plazos más largos. Y es verdad que los estudiantes son sujetos en tránsito, que más temprano que tarde tendrán que dedicarse a otras cosas. Pero no hay razón para confiar en que la inercia y el “peso de la noche” serán suficientes para terminar este conflicto.
¿Y cuál es el fondo de la discrepancia? Es más simple de lo que parece: la prioridad estatal hacia la educación pública versus la confianza en la capacidad del mercado para favorecer a las instituciones que privilegien la calidad. Los estudiantes creen que el gobierno desea reducir y hasta eliminar la educación pública. Y los especialistas que los respaldan identifican cuatro “agresiones” contra ella en poco más de dos años de gobierno: 1) el proyecto de los “semáforos” del ex ministro Joaquín Lavín, que fue defenestrado; 2) la ley de calidad y equidad en la educación, también de Lavín, que se desplomó ante la amenaza de que muchos municipios tuviesen que cerrar sus colegios; 3) el proyecto de carrera docente, actualmente en trámite, que aumenta las subvenciones pero segrega sus usos entre públicos y privados, y 4) la reforma tributaria que produce incentivos (reducción de impuestos) para los padres que envían a sus hijos a colegios pagados.
De los últimos dos puntos, que están en debate en el Congreso, uno es de responsabilidad del Ministerio de Educación; el otro es de Hacienda, y no hay claridad acerca de la participación de Educación en él. No es la única trizadura dentro del oficialismo: hay evidencia de que algunos de sus parlamentarios no están de acuerdo con medidas que lleven a la educación pública más abajo del 35% que tiene hoy, el porcentaje más bajo de toda la OECD, exceptuados Holanda y Bélgica, cuyos fuertes sistemas privados derivan de diferencias religiosas. Algo parecido ocurre con los municipios: si la matrícula de sus colegios se desploma al 30% o menos, las alcaldías irán a la ruina.
Es contradictorio que las tomas produzcan el efecto que quieren evitar; esto es, la huida de las familias de los colegios públicos. Es el efecto combinado del radicalismo infantilista y la frustración de contemplar acciones de gobierno que sugieren una dirección contraria a sus demandas. El infantilismo y la retórica anarquizante hacen difícil ver la lógica del movimiento. Pero cuando se leen los borradores del documento de la Cones “Compendio de demandas y propuestas estudiantiles”, que según algunas fuentes fue preparado por dos alumnos destacados del Instituto Nacional, es perfectamente claro que hay en ellas mucha más racionalidad que en los delirantes combates de las tomas y desalojos. ¿Es posible que las autoridades no encuentren en un documento como ese ninguna oportunidad para mejorar el clima? ¿No hay realmente nada que recoger o discutir?
Es evidente que el movimiento estudiantil está anarquizado. El gobierno parece confiar en que lo derrotará. Los estudiantes (o sus dirigentes más lúcidos) intuyen que así será. Es un juego de suma cero, fuerza y pasión en estado puro, ideología a ras de piso, un tiovivo que gira sobre sí mismo. ¿Mejorará este juego la adhesión pública, o las convicciones, o por último la razón de uno u otro?.

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