Sin entrar en el terreno de la política (invitación a conversar, alianzas, señales de fuerza, disposición a negociar acuerdos), Ministro explica las ideas principales de su proyecto para la profesión docente. A continuación, nuevas y reiteradas reacciones. (Foto, colegio en Panguipulli).
Un nuevo trato con los docentes
“…Es una transformación profunda que va a dejar una huella en la educación chilena y ayudará a construir la educación de mayor calidad y más equitativa…”.
Harald Beyer Ministro de Educación, El Mercurio, 4 de marzo de 2012
Si un niño vulnerable tiene la oportunidad de tener en su sala de clases durante tres años seguidos a un profesor efectivo, las posibilidades de superar las desventajas asociadas a su origen son casi totales. No es casualidad, entonces, que los países con los sistemas educativos más equitativos y efectivos realicen un gran esfuerzo para tener en las aulas a los mejores maestros posibles. Para lograr este propósito se requieren diversas iniciativas, pero una fundamental es una carrera profesional atractiva para los docentes. El actual estatuto no cumple con ese calificativo. Ello explica por qué el país ha fallado en atraer, motivar y retener a los buenos docentes.
El gobierno del Presidente Piñera se propuso crear las condiciones para que esta situación se modificase. En esa línea ha enviado en días recientes un proyecto de ley que es fundamental y que promueve un nuevo trato con los docentes. A cambio de mayores exigencias de ingreso a la profesión tanto para quienes ejerzan en la educación municipal como en la particular subvencionada ofrece una carrera mucho más atractiva que la actual. En efecto, establece un examen de habilitación para poder enseñar en un establecimiento subvencionado. Ello permite que los ingresos al inicio de la profesión en ambos subsectores suban respecto de la situación actual. Después de dos, seis y diez años de carrera los profesores de la educación municipal podrán certificarse en pruebas nacionales de habilidades y conocimientos como preparados, avanzados o expertos. Para cada una de estas categorías, que deberán ser reconocidas nacionalmente por todos los sostenedores públicos, existirá un perfil distinto de salarios que premiará sus avances profesionales.
Simultáneamente, cada sostenedor deberá desarrollar un sistema de evaluación de desempeño en el aula que sea objetivo y transparente. Este se aplicará anualmente por los directores con el apoyo del sostenedor y deberá contener cuatro categorías de evaluación. Las dos primeras darán derecho a un bono. El salario de los docentes más destacados, es decir, de aquellos evaluados en la primera categoría, podrá incrementarse significativamente respecto de la situación actual a tasas que podrían superar el 60 por ciento. Por cierto, al igual que ocurre en otras profesiones, no todos los docentes podrán recibir este incremento. Aun así, las oportunidades las tendrán todos. Además, el avance profesional significará por sí mismo aumentos importantes en remuneraciones. Asimismo, los directores con la aprobación de los sostenedores podrán desvincular a aquellos docentes de mal desempeño de acuerdo a las reglas que establezcan en su sistema de evaluación. Si estamos preocupados por los aprendizajes de nuestros niños y jóvenes, no se puede renunciar a esa herramienta.
El proyecto también avanza en una mayor participación de los directores en el proceso de selección de los docentes de los establecimientos, requisito indispensable para fortalecer su liderazgo, que también es un aporte insustituible a una educación de calidad. Este cambio complementa las atribuciones que se le otorgaron al director en la Ley de Calidad y Equidad aprobada hace poco más de un año. El proyecto también promueve una reducción en las horas lectivas para todos los docentes del sector subvencionado del país desde un 75 a un 70 por ciento. Ello significa que nuestros docentes tendrán más tiempo para preparar sus clases y apoyar, por tanto, los aprendizajes de sus estudiantes.
Este es un proyecto que, en régimen, significará un desembolso de mil 400 millones de dólares. Son recursos cuantiosos, pero más importante que eso es que es la pieza que faltaba para avanzar en el gran esfuerzo que está haciendo el Gobierno para fortalecer las capacidades humanas de nuestro sistema escolar. En efecto, hay una estrategia coherente en esa dirección que incluye la beca vocación de profesor, la generación de estándares para la formación inicial de profesores, las iniciativas de formación de directores, los convenios de desempeño que se materializarán durante este año para fortalecer las facultades de educación y los cambios que, desde el Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP), se están haciendo a los programas de formación continua. Es una transformación profunda que va a dejar una huella en la educación chilena y ayudará a construir la educación de mayor calidad y más equitativa a la que aspiran no sólo el Presidente Piñera sino que todos los chilenos.
Un paso necesario
Una nueva institucionalidad para la educación pública, sin cambios en la carrera docente, sería ineficaz.
por Mariana Aylwin – La Tercera, 04/03/2012
LES PASÓ a la Presidenta Bachelet y al Presidente Piñera. Ambos iniciaron sus períodos con movilizaciones estudiantiles que cambiaron la agenda de sus gobiernos. La educación se convirtió en una prioridad y ha estado marcada por las demandas de una ciudadanía más educada y con mayores expectativas. Ello ha significado importantes avances -aunque no suficientemente valorados- como el reemplazo de la Loce por la Ley General de Educación, la aprobación de una Superintendencia y una Agencia de Calidad, y el aumento significativo de la subvención escolar desde la creación de la Subvención Especial Preferencial (SEP).
Pero también ha significado que los temas que han copado el debate público han sido los relativos al sistema educacional: el fin del lucro, la gratuidad y la desmunicipalización; mientras la discusión respecto de los docentes pasaba, hasta ahora, desapercibida. El anuncio del proyecto sobre una nueva carrera docente viene a corregir aquello y enfrenta una de las mayores debilidades de nuestra educación. La evidencia internacional de los países exitosos demuestra que los sistemas pueden ser muy distintos, pero lo que tienen en común es la calidad de sus docentes. Los procesos de masificación de la educación, como el que Chile ha vivido, conllevan déficit en sus recursos humanos. Junto con expandirse la cobertura educacional, se ha masificado también la profesión docente. Los datos son impresionantes: entre el 2000 y el 2009 la matrícula en las carreras de pedagogía aumentó un 150% y los egresados pasaron de cuatro mil, a 15 mil al año. Si bien se exige una acreditación obligatoria, sólo 308, de un total de 900 programas, se habían acreditado el 2009 y el 57% de ellos por menos de tres años. El proyecto anunciado contiene varias medidas que tienden a abordar este problema. Una de ellas es la exigencia de aprobar un examen nacional obligatorio para ingresar a la carrera docente. Otra es la decisión de mejorar las remuneraciones al inicio de la carrera. Se anuncia, además, un cambio al régimen de incremento de remuneraciones del actual Estatuto Docente, basado fundamentalmente en la experiencia, por uno que liga en forma significativa los aumentos al desempeño docente. Conserva una evaluación centralizada que contribuye a tener parámetros comparables y agrega una evaluación del director/sostenedor, lo cual entrega mayor responsabilidad a la propia unidad educativa. Asimismo, parece acertado el camino de transición sugerido, al proponer un traspaso voluntario de los docentes actuales a la nueva carrera.
Muchas de las medidas recogen los aportes de estudios y comisiones que han ido convergiendo en ideas más o menos compartidas, superando las divisiones que ha habido desde la dictación del Estatuto Docente. Un estatuto que respondió a un momento complejo de nuestra historia y cumplió la función de restituir la dignidad a un gremio que había sido mal tratado por la dictadura. Hoy estamos en una etapa distinta. La crisis del sistema municipal no es sólo institucional. Una nueva institucionalidad para la educación pública, sin cambios en la carrera docente, sería ineficaz. De allí la importancia de vincular la discusión de ambos proyectos si realmente queremos que la educación pública no termine en el cementerio.
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Profesores rechazan proyecto sobre carrera docente
Los alcaldes, en tanto, quieren que los consideren en el debate legislativo.
A. MUÑOZ y J. GÓMEZ, El Mercurio, 4 de marzo de 2012
El Colegio de Profesores rechazó el proyecto de carrera docente enviado por el Gobierno al Congreso, debido a que consideran que no valora a la Pedagogía como profesión. Ello, porque la iniciativa permitiría a cualquier profesional hacer clases y los sueldos base siguen siendo bajos.
El presidente del gremio, Jaime Gajardo, cuestionó que el aumento de subvención para pagar la nueva carrera profesional incluya a los colegios particulares subvencionados, los que no tienen que aplicarla.
En tanto, el presidente de la Asociación Chilena de Municipalidades y alcalde de Vitacura, Raúl Torrealba, afirmó que el proyecto tiene aspectos positivos, pero que le hubiese gustado tener más participación en su diseño. Por ello, dijo, pedirán al ministro Harald Beyer que los consideren durante el debate legislativo.
El alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett, por su parte, objetó que se siga usando la subvención por asistencia y no por matrícula para financiar estos cambios; mientras que el jefe comunal de Ñuñoa, Pedro Sabat, valoró que los profesores que no hacen clases o no manejan la materia, salgan del sistema escolar.
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