La ciencia española frente a los recortes del presupuesto
Enero 2, 2012

ElPais_19122010.gif El tijeretazo del Gobierno en investigación alarma a los científicos
El presidente del CSIC ve inevitable el cierre de parte de sus departamentos
La investigación en ciencia y tecnología sufre un recorte de 600 millones
Alicia Rivera, El País, Madrid 2 ENE 2012 – 01:07 CET54
El recorte de 600 millones de euros en investigación científica y tecnológica anunciado por el Gobierno en su plan de choque de recortes ha sentado como una bomba en un sector que ya viene sufriendo restricciones económicas severas en los últimos años y que se acerca peligrosamente al límite del colapso. La pura actividad de algunos centros públicos de I+D está en juego, según los expertos. Además, la medida puede agravar la fuga de cerebros, y precisamente de los mejores jóvenes investigadores, los más productivos, que son los que más fácilmente encuentran ofertas en otros países.
En este contexto, España sigue estando muy lejos del objetivo del Plan Nacional de I+D+i de alcanzar una inversión en ciencia y tecnología del 2% (la media de la UE) de su PIB en 2011, quedándose en torno al 1,37%. Ahora se ha anunciado un fuerte recorte más. El panorama no es nada fácil para la nueva secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, Carmen Vela, recién nombrada por el Consejo de Ministros, aunque ha supuesto un respiro el anuncio oficial, en el último día del año pasado, de la convocatoria anual de financiación para los proyectos del Plan Nacional.
Los 600 millones del nuevo recorte serán en subvenciones y en préstamos, pero el Gobierno no ha especificado más. Conviene conocer algunas cifras: el presupuesto de 2011 para todas las actividades de I+D+i (Ciencia, Desarrollo e Innovación) englobadas en los diferentes departamentos, lo que se denomina Función 46, fue de unos 8.600 millones de euros, desglosados en 5.200 de créditos y 3.400 de subvenciones y transferencias, incluyendo sueldos y gastos corrientes de funcionamiento de todos los organismos estatales de investigación. Y esos 8.600 millones suponen un recorte del 8% respecto a 2010, año en que la reducción fue del 15% respecto a 2009.
El CSIC contó en 2011 unos 800 millones, de los cuales unos 420 procedían del presupuesto estatal y 380 los obtuvo mediante contratos con empresas, programas de la UE y subvenciones a los investigadores en sus proyectos competitivos, explica Rodrigo. Pues bien, si en 2011 el CSIC recibió 420 millones del presupuesto estatal, en 2008 habían sido 600 millones, y en 2010, 480 millones. El recorte es muy significativo. “Pedimos para 2012 al menos un incremento del 4% o el 5%”, añade Rodrigo. Explica, además, que la caída de la financiación limita la captación de fondos en contratos y proyectos, ya que se reduce el personal para desarrollarlos.
El panorama del Ciemat es tan difícil o más que el del CSIC. “En 2010 recibimos del Ministerio de Ciencia e Innovación 66 millones de euros, un 30% menos que los 96 millones de 2009”, explica Cayetano López. A esta cantidad hay que añadir en torno a 30 millones logrados en contratos y proyectos. “Pero cada vez es más difícil captar esos fondos competitivos”, puntualiza el director del Ciemat. “Los programas de la UE, por ejemplo, son de cofinanciación y no puedes acceder a ellos si no tienes capacidad de poner una parte, por lo que son los países que tienen mas dinero en I+D quienes se los llevan”. Tras el recorte tremendo de 2010, el presupuesto del Ciemat se congeló en 2011, “pero se debería hacer un cálculo de los recortes acumulados en I+D en los últimos años, que son superiores a la media de la Administración pública en general”, puntualiza López.
España se alejará todavía más de la vanguardia tecnológica europea
Los Organismos Públicos de Investigación (OPI) se han llevado en los últimos años el peso mayor en las reducciones en I+D, pero las escaseces tienen más alcance. Por ejemplo, se han producido retrasos en el pago de las contribuciones españolas a organismos internacionales, como el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN) o la Agencia Europea del Espacio (ESA). Estas instituciones, cuando un país miembro no aporta a tiempo su contribución abre una línea de crédito por el importe debido y los intereses recaen en el moroso.
En menor medida que los OPI, pero sin salvarse del problema, están los proyectos del Plan Nacional. En 2010, el dinero asignado por Ciencia e Innovación como subvenciones para dichos proyectos se quedó en 300 millones, frente a los 350 de 2009. En 2011 la cantidad fue de 325 millones y con la misma cifra como máximo autorizado ha salido ahora la convocatoria para 2012 (ya firmada por el Ministerio de Economía y Competitividad).
“Los recortes sitúan ahora la financiación de la I+D en los niveles de 2005 aproximadamente, y los 600 millones menos suponen un flaco favor para la nueva secretaria de Estado, Carmen Vela”, considera Carlos Andradas, presidente de la Confederación de Sociedades Científicas de España (Cosce). “Habíamos insistido, desde la Cosce, en varios puntos: que se mantuviera un Ministerio de Ciencia o, al menos, que figurara el nombre en el título de algún departamento ministerial; que no se desagregase el sistema por la enorme ineficacia que generaría; que no se redujera el presupuesto. Vamos en cadena hacia atrás y confirmándose los malos presagios”, concluye Andradas.
No se sabe aún cómo se distribuirá esa reducción de 600 millones, ya que el plan de choque del Gobierno solo indica que será en subvenciones y en créditos. Esta segunda parte, la de los préstamos reembolsables (dirigidos sobre todo a las empresas, dada la situación en las Administraciones Públicas y las Universidades) se ha sobredimensionado en los presupuestos de los últimos años de manera que los recortes quedaran aparentemente atenuados en las cifras globales de I+D público.
Luego, a la hora de la verdad, el ministerio que dirigía Cristina Garmendia se ha quedado corto en la ejecución (la utilización) de ese montante previsto para créditos, por lo que si se reduce ahora la cantidad inicial de dinero disponible para préstamos el efecto no sería muy dramático. Además, en los últimos dos años ha caído notablemente el esfuerzo en I+D del sector empresarial español. Pero si mengua el capítulo de subvenciones el sistema de I+D sufrirá daños de difícil reparación a corto y medio plazo, señalan los expertos.
“El sistema de ciencia en España es aun muy frágil y el apoyo económico debe, al menos, mantenerse. Este recorte de 600 millones es justo lo contrario de lo que debería hacerse”, afirma Nazario Martín, presidente de la Real Sociedad Española de Química. “El sistema en España va ya muy justo y una reducción de financiación de esta dimensión tendrá un enorme impacto”.
El Pan Nacional de I+D+i 2008-2011, prorrogado un año más por el anterior Gobierno, fijaba como objetivo a lograr al término del mismo el 2% del PIB en inversión en ciencia y tecnología, es decir, la media de la UE. En los primeros Gobiernos de Rodríguez Zapatero, y hasta 2008, el incremento del gasto en estas actividades fue muy notable, pero los recortes posteriores han contrarrestado prácticamente dicho crecimiento y España entra en 2012 con un 1,37% del PIB, mientras que la mayoría de los países desarrollados han mantenido o incrementado su esfuerzo en I+D en estos años de crisis. La distancia que sacan a España va a ser cada vez mayor, en lugar de menor, si continúa en declive el esfuerzo en ciencia y tecnología.
¿Fuga masiva de cerebros?
“Estas medidas de recorte presupuestario tienen un efecto gravísimo en los recursos humanos, incluida la formación de los científicos, porque si los investigadores no tienen oportunidades aquí acaban por irse al extranjero y se puede producir una auténtica avalancha de fuga de cerebros”, advierte Rafael Rodrigo, presidente del CSIC. De la misma opinión es Jesús Ávila, profesor de investigación del CSIC en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa: “Esto puede suponer un problema para la carrera científica de los jóvenes, si no hay contratos… pero también por el impacto negativo en el sistema científico en general, que es donde se forman los jóvenes investigadores”. En su opinión, una nueva oleada de recortes supondría un panorama muy negro: “Entraríamos en recesión de la investigación científica en España”. En el Ciemat trabajan unas 1.400 personas; más de la mitad son titulados superiores. Si el sistema de I+D español no da cabida a la nueva generación de investigadores, hay que contar con que la gente busque acomodo para su carrera en otros países. “Y se van los mejores, que son los que fácilmente logran contratos fuera, y nos quedamos con los mediocres”, apunta Cayetano López, director del Ciemat. Entre las medidas anunciadas el viernes pasado por el Gobierno está la congelación de la tasa de reposición de plantillas (con algunas excepciones que no atañen a la I+D), de manera que no se cubrirán las plazas vacantes de investigadores que se produzcan el año que viene. En cuanto a buscar trabajo en el sector privado, el gasto en I+D en las empresas está reduciéndose desde hace dos o tres años.

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